
"Gran Torino" cuenta con un papel perfecto para Eastwood, el de viejo cascarrabias y mala leche, con cara de hacer mal la digestión. Un tipo racista y amante de los viejos tiempos que ve como su barrio se llena de "extranjeros" asiáticos, sobre los que siente un especial rencor, ya que el estuvo destinado en la guerra de Corea. El film funciona como cuento o fábula moral sobre la posibilidad de cambio a la hora de vencer ideas rígidas y preconcebidas sin ninguna justificación.
Se puede ver en el Patio de San Benito y las entradas, que cuestan dos euros, se pueden comprar desde las 19:30 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario